Puede que el inicio de tu historia no haya sido feliz pero no determina quién eres

Tú decides lo que eres y en quién convertirte de aquí en más.

lunes, 6 de abril de 2009

otro gran amor


Mi hermana perdida es el primer contacto que tengo con relación a la adopción.Creo que me marcó a fuego.
El 2do es con mi gordo, mi sobrino amado, que vino a casa cuando tenía nueve meses. Me acuerdo cuando entró con su mamá, con su enterito de jean y esos rulos que ahora ya no tiene y yo siempre le reclamo. Le puse un acolchado, los muñecos que el tío dany me había regalado en todos nuestros años de novios, y el porta casette del abuelo Manuel, y lo senté. Saqué su primera foto con nosotros, para que el día que preguntara supiera lo feliz que fuimos el día que lo conocimos.
Aprendió a caminar en nuestra casa, esa casa que alquilábamos a la vuelta de acá, y que siempre pasamos por la vereda y me dice: te acordás cuando vivíamos acá?
Venía los fines de semana, y corria entre la puerta de entrada y la del fondo empujando su pata pata, siempre fué miedoso y aún lo es. Se sentaba en el piso horas con diarios y revistas, las que rompía prolijamente en tiras de papel y dormía en mi cama, acompañado con Carla, que cuando lo ve, todavía lo llena de besos. Cuando se iba había que juntar ese desastre.
Hoy tiene 11 años. No lleva mi apellido, ni es parecido fisicamente a mí.
Me siento orgullosa de la personita que es, y sí, es el fiel reflejo de nuestra familia, de las enseñanzas que Manuel y Elena nos dieron a mi y a mi hermano, y las que pienso heredarán mis hijos. Somos iguales en el alma, en nuestras conductas, en nuestros movimientos. El me enseñó que la biología no importa.

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