Esta historia urgente, porque todavía no se sabe dónde están los bebés, devela una práctica socialmente tolerada en nombre del amor filial y de las dificultades que se supone existen para adoptar. Pero lo cierto es que la adopción existe para asegurar el derecho de niños y niñas a tener una familia, y no para calmar el deseo de los adultos de convertirse en madres o padres aun a costa de la legalidad y de la supresión de identidad.Comparto el link para leer.
Diario Página 12
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