No desaparecì, sòlo que me pasaron mis hijos, irrumpieron cada dìa màs en mi vida con una fuerza arrolladora. Tardè en darme cuenta. Para noviembre ya no era yo, era una mamà con todas las letras.
Y aparecì hoy, casi a modo de despedida. Porque mi vida cambió, y los temas que me invaden son otros, incluso con más compromiso que ayer, pero viviendo todo aquello de la institucionalización en carne propia.
Ya las palabras no me bastan. Me dedico hoy a mis hijos, y cuando las cosas se resuelvan, podrè retomar y volver con màs fuerzas, pero ya sin palabras,sino con acciòn concreta.
Dejo este blog, con la misma idea que lo titula "mensajes en una botella". Seguramente ayudarà a alguien todos mis mensajes y mis sensaciones.
Animense: las adopciones de chicos màs grandes dà grandes satisfacciones, realmente inmediatas, pero no dà satisfacciones propias, ni cubre necesidades: es ver realmente en el otro la posibilidad que hace que una persona reciba amor y los cambios que produce.
Un abrazo
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